“Cuando cambian las temperaturas, también debe hacerlo tu forma de entrenar.”
Cuando bajan las temperaturas y los días se acortan, mantener nuestra rutina de running requiere algo más que ganas. Correr mejora la circulación, refuerza el sistema inmunitario y despeja la mente, pero, si no adaptamos bien la vestimenta o el calentamiento, podemos aumentar el riesgo de lesiones o molestias. Por ello, es importante prestar atención a los errores que solemos cometer.
¡Descubre cuál es el outfit para salir a correr sin que el frio te frene!
Pero ¿cuáles son los más comunes?
- Abrigarse de más. Cuando nos tapamos en exceso, el cuerpo suda más y se enfría justo después. Lo ideal es llevar solo lo necesario como una capa ajustada y transpirable que mantenga el calor sin retener humedad, y, si hace viento o llueve, una prenda ligera impermeable o cortavientos encima.
- Olvidar las extremidades. Las manos, los pies y la cabeza pierden calor más rápido que el resto del cuerpo, lo que puede provocar rigidez y molestias. Por ello, los guantes, los calcetines térmicos y un gorro fino se pueden convertir en tus mejores aliados para mantener el confort durante toda la carrera.
- Elegir ropa que no transpira. Las prendas de algodón retienen el sudor y lo mantienen en contacto con la piel, favoreciendo el enfriamiento. Mejor opta por tejidos técnicos o transpirables que ayuden a evacuar la humedad y conservar el calor corporal.
- Subestimar el viento y la humedad. Aunque el termómetro no marque mucho frío, la sensación térmica puede caer por el viento o la humedad. Una chaqueta ligera como un cortavientos o un impermeable te protegerá sin sobrecargarte.
- Saltarse el calentamiento. Con bajas temperaturas, los músculos necesitan más tiempo para activarse. No dedicar unos minutos a calentar aumenta el riesgo de lesiones musculares o articulares.