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No esperes al verano para cuidar tu piel, empieza a protegerla desde ahora

No esperes al verano para cuidar tu piel, empieza a protegerla desde ahora

En general empezamos a preocuparnos por nuestra piel una vez llega el verano. Sin embargo, ¿sabías que los daños causados por la exposición al sol pueden ocurrir en cualquier época del año, incluso en invierno y en los días más nublados, ya que los rayos ultravioletas están siempre activos? Además, con la llegada del buen tiempo, más zonas del cuerpo quedan expuestas a los rayos del sol que llegan de manera más perpendicular al suelo y, por tanto, la radiación sobre nuestra piel es mayor.

El mito más extendido sobre la protección solar es que solo tenemos que ponernos crema de sol en verano

La exposición prolongada a los rayos ultravioletas (UV) puede suponer una variedad de problemas cutáneos, tales como el envejecimiento prematuro de la piel, manchas e, incluso, cáncer de piel. Por esta razón, es fundamental proteger nuestra piel todos los días, independientemente de la estación del año.

El mito más extendido sobre la protección solar es que solo tenemos que ponernos crema de sol en verano, pero hay más:

  • La piel oscura no necesita protección solar. Aunque las personas con piel más oscura tienen más melanina, lo que les da una cierta protección natural contra los rayos UV, eso no significa que estén exentas de los daños que puede causar el sol en nuestra piel. La melanina ayuda a prevenir las quemaduras, pero no protege contra otros efectos a largo plazo de la exposición solar, como el envejecimiento prematuro y el riesgo de cáncer de piel. Todos necesitamos protección solar, independientemente de nuestro tono de piel.
  • Las cremas solares no caducan. Las cremas solares, al igual que cualquier otro producto cosmético, tienen una fecha de caducidad. Con el tiempo, los ingredientes activos que protegen contra los rayos UV pierden efectividad. Usar un protector solar caducado es poner en riesgo tu piel, ya que no ofrecerá la protección adecuada. Es recomendable reemplazar el protector solar cada año para garantizar su eficacia.
  • El FPS indica el tiempo de protección solar. SPF son las siglas en inglés de Sun Protection Factor (Factor de Protección Solar) y hace referencia a la cantidad de tiempo que una determinada crema solar protegerá tu piel de los rayos UV. Cuanto más alto sea el SPF (o "FP" por "Factor de Protección"), más tiempo durará su protección. Por ejemplo, si usamos protección solar 50, significa que habremos protegido nuestra piel durante 50 veces más tiempo de lo que se protegería sola. Por el contrario, una persona que se quemaría a los 10 minutos de estar expuesta al sol, cuando se aplica un fotoprotector de FPS 15, el tiempo que tardará en quemarse se trasforma en 150 minutos (10 x 15 = 150 minutos).
  • Al utilizar un protector con FPS 50, no es necesario aplicarlo a menudo. El FPS 50 no es una solución única y definitiva. Aunque nos proporciona una protección mayor, su efectividad disminuye con el tiempo debido a factores como el sudor, el roce con la ropa o el contacto con el agua. Es importante aplicarse crema cada 2 horas, sin importar el nivel de FPS, de lo contrario, la piel puede quedar expuesta a los efectos nocivos del sol.
  • Impide que el cuerpo absorba la vitamina D. Este es un mito peligroso, ya que podría llevarnos a dejar de usar protector solar por miedo a "no obtener suficiente vitamina D". Sin embargo, el protector solar no bloquea por completo la producción de vitamina D. Con tan solo unos minutos de exposición al sol cada día, el cuerpo puede sintetizar la cantidad necesaria de esta vitamina. Usar protector solar no impide que tu piel produzca vitamina D; más bien, te protege de los daños que podrían comprometer tu salud a largo plazo.

Mitos sobre el cuidado de la piel