MÁS ALLÁ DEL BULTO, LOS CAMBIOS EN LA PIEL TAMBIÉN ALERTAN SOBRE EL CÁNCER DE MAMA

19 de octubre, Día Mundial contra el Cáncer de Mama
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Imagen de lazo rosa

El cáncer de mama suele detectarse por la aparición de un bulto o masa en el pecho. Pero, en algunos casos, la piel que cubre la glándula mamaria también puede mostrar cambios importantes. Enrojecimiento, engrosamiento, retracción o alteraciones en el pezón, textura irregular o la famosa “piel de naranja” son señales típicas del cáncer de mama inflamatorio. Estos signos pueden pasar desapercibidos si no se observan con atención.

La importancia de la detección temprana

El cáncer de mama es el tipo de cáncer más frecuente entre mujeres en todo el mundo y una de las principales causas de mortalidad femenina por oncología. Según los datos más recientes publicados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), alrededor de 2,3 millones de mujeres fueron diagnosticadas con esta enfermedad.

La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) -Patrones y tendencias mundiales en la incidencia y mortalidad por cáncer de mama en 185 países-, indica que una de cada 20 mujeres en todo el mundo será diagnosticada con cáncer de mama a lo largo de su vida y de mantenerse la tendencia actual, se prevé que para 2050 se registren 3,2 millones de nuevos casos, con un incremento especialmente relevante en países con menor Índice de Desarrollo Humano (IDH).

5 recomendaciones para reconocer las señales de alerta

Es por ello que, los expertos de Cigna Healthcare ofrecen una serie de consejos y estrategias con el objetivo de reconocer este tipo de señales y acceder a una consulta y diagnostico adecuado a tiempo, además de medidas de prevención previas:

1. Pequeños cambios en la piel que no se deben ignorar. 

Textura irregular en la piel del pecho, con poros marcados y pequeños hoyuelos, puede indicar alteraciones de la glándula mamaria. Este cambio se produce por inflamación local y obstrucción de vasos linfáticos, típico del carcinoma inflamatorio. Observar las mamas frente al espejo, con buena luz y después de la ducha, ayuda a detectarlo. Si no desaparece al estirar la piel, es un signo de alerta y debe evaluarlo un profesional.

2. Detectar enrojecimiento, inflamación o diferencias de temperatura. 

Áreas enrojecidas o más calientes durante varios días sin causa aparente pueden ser señal de carcinoma inflamatorio u otros problemas importantes.

3. Prestar atención a endurecimientos, engrosamientos o úlceras.

Zonas localizadas de la mama donde la piel que se presentan más rígidas, tirante o engrosada al tacto o adherida a planos profundos, así como heridas que no cicatrizan, grietas o llagas persistentes, requieren evaluación médica.

4. Vigilar cambios en el pezón y la areola.

Cualquier retracción, descamación, costras o secreciones anormales, especialmente en una sola mama, pueden indicar un proceso patológico. La observación regular frente al espejo y la palpación suave ayudan a detectarlos temprano.

5. Las empresas como principal agente para la prevención y la concienciación.

La guía “El impacto invisible del cáncer: Estrategias de apoyo en el ámbito laboral”, de Cigna Healthcare, destaca cómo las empresas pueden promover la salud. En España se diagnostican unos 300.000 casos de cáncer al año, aproximadamente el 60 % en personas menores de 65 años. Las organizaciones pueden impulsar la prevención mediante campañas informativas, revisiones médicas periódicas, programas de cribado y promoción de hábitos saludables.