Al periodo de adaptación que requiere retomar las obligaciones profesionales tras las vacaciones, se suma el impacto emocional de la situación excepcional.
Para poder desconectar durante las vacaciones es importante identificar y corregir aquellas situaciones que pueden llegar a generar una sensación de intranquilidad.
El cansancio y la ansiedad acumulados pueden provocar problemas de insomnio, tensión muscular, molestias digestivas, taquicardias o, incluso, depresión.