El aumento de las temperaturas en los meses de verano está impulsando la revisión de los entornos de actividad profesional para cuidar el bienestar sin comprometer la operatividad.
Durante los meses de verano, los cambios en la alimentación y el estilo de vida pueden comprometer la salud digestiva.
La incertidumbre se ha instalado como una constante en el ámbito empresarial.
El estrés y las altas temperaturas pueden alterar significativamente la calidad del sueño, un factor esencial para el correcto funcionamiento físico y mental.
El verano suele asociarse al descanso, la desconexión y una mayor vida social. Sin embargo, para muchas personas, esta época también implica una presión emocional añadida, compromisos que cuesta rechazar, agendas llenas y la necesidad casi automática de compartir cada experiencia en redes sociales.
La transformación digital, los cambios sociales y la creciente complejidad de los entornos organizativos han redefinido lo que se espera de quienes ejercen funciones de liderazgo.
El auge de los suplementos alimenticios ha coincidido con una creciente presión social por alcanzar cuerpos “ideales” que muchas veces solo existen gracias a filtros y edición digital.
España ya ha vivido su primera ola de calor del año, con un mes de mayo que ha batido récords de temperatura desde que existen registros, según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET).